veo aquellos dientes que no existen mientras me habla y me sorprendo de descubrir que aquel espacio es el espacio preciso en el cual su cigarro cabe. entonces mientras mueve sus labios descubro que los dientes que quedan justo alrededor de ese espacio están manchados de nicotina. me pide un cigarro mientras emocionado me dice muchas cosas que se transforman en pedir cosas de mi, no importa lo que sea, él debe de obtener algo de mi, yo debo desparramarme de algún sentimiento o desembarazar algo material. da igual lo que diga, su espacio vacío de dientes es un hoyo negro hipnotizante, llego a pensar que es un instrumento profesional vinculador que realmente, funciona. Me reviso los bolsillos tentado de darle mis sentimientos o mandarlo a la punta del cerro mientras observo la nicotina que mancha aquellos dientes viejos. No es mi problema y doy monedas de O’’Higgins a cambio de mi tranquilidad.
fin. la noche se abre ante mi sin obstáculos.
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