jueves, 7 de junio de 2018

la huella del eco




 

Siento las gotas de lluvia caer sobre el techo del lavadero
siento la lluvia como un rugido en el dormitorio
siento la lluvia cálida de madera en el segundo piso
en la noche del abrigo siento un grito de una mujer
¡AYUDA! se oye en su voz la necesidad
luego el silencio se hace presente
siendo cada vez más ruidoso
al pasar el tiempo.


La mujer flotando en el eco cada vez más lejano,
en la frontera del olvido
en el umbral de la inexistencia
donde la muerte también muere
¡¡A Y U D A!!


Y salgo presto a la calle de la Villa
dos vecinos se suman
el resultado es cero,
solo el eco
del único grito
que nos conmovió
tan intenso tan emocional
que fue como dicho al oído de cada uno
no supimos de dónde venía


ya no recordaba la voz
sino la huella que había dejado.


Volvimos derrotados
llamé al plan cuadrante
estaba todo solucionado
no era un sueño
no era un susurro en el oído
era un llamado de auxilio
real
que deja huella
la llevaron al hospital
¿Qué pasó?
Nolosé
No quise preguntar
era el eco
que comenzaba
a ser un pulso.

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