domingo, 7 de enero de 2018

La recta



Regreso desde Angol a Los Angeles, entre Renaico y Coigüe hay una recta larga que es de ensueño, la he recorrido con lluvia, con sol, viento, neblina, amaneciendo, al atardecer, luna llena, el tren pasando, en fila de vehículos, vacía sintiendo uno que va flotando. Se despeja el camino y mientras floto en el paisaje del movimiento con el viento de la ventana abierta pasa adelantándome una camioneta roja, me causa gracia, porque es el mismo modelo de camioneta que conduzco, el mismo color también. Me imaginé reflejado en ella, “así me veo”, podía reconocer cierta similitud en los razgos de la silueta de su conductor, medio hecho una mirada a la patente y alcanzo a ver el número 47. La mía termina en 47. Curiosas coincidencias. Se aleja y decido acercarme para verlo mejor, 120 kilómetros por hora acercándose el final de la recta, acelero en quinta a esa velocidad logrando apenas mantener la distancia que nos separa, camiones con madera llevando troncos de árboles, edificios de árboles botados y tras ellos una fila de vehículos como cola de espermio se cruzan zumbando al pasar, moviendo el vehículo con sus ráfagas de viento. El buen vehículo y la velocidad me convierten en flecha y acelero a 130 kms/hora calculando acercarme lo suficiente como para observarlo de mejor manera, me produce un sentimiento extraño, me acerco, pero no lo suficiente, ¿estará acelerando también? eso debe de ser, acelero a 140 kms/hora y me pego un salto, la recta final después de la curva al llegar a Coigüe debe ser de 60 kms/hora!, pasa el letrero, el paisaje de casas a la orilla del camino zumba, me acerco a la camioneta y veo la silueta de su conductor contra el sol del atardecer, mueve el retrovisor, me observa, tomo el retrovisor y al observar hacia atrás hay una camioneta igual en color y modelo a la mía, su conductor observa por el retrovisor.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Siento el mareo de la velocidad, pero agudizo mis sentidos y descubro que el otro conductor soy yo, talvez en otra dimensión, un aviso de ultratumba, o es mi aura que se escapa.
En microsegundos repaso mi vida, mis seres queridos me esperan en casa,lacarretera se pierdey el azul del cielo me deslumbra invitandome a remontar el infinito.
En un esfuerzo supremo trato de controlar la maquina, pero una paz interior embota mis sentidos.....

mem dijo...

Gracias Raúl!