jueves, 1 de mayo de 2008

nevados del chillán

el día parece oscuro, el día helado tras el cristal de la calefacción vehicular se transforma en día maravilloso de secretos escondidos en el paisaje cambiante. Siempre diferente soy testigo del momento único. La naturaleza artífice de cada segundo. La foto solo dibuja. Congela.
Los ojos en lágrima difroster se empañan y no es el lente, no la velocidad. Solo la emoción desde la calefacción al pasar en velocidad aparente mientras el mundo se detiene. Los troncos y ramas son relámpagos que nacen de la tierra convirtiendo el paisaje en rompecabezas.
Desde dentro de la nube informa el testigo parcial.
El poste escondido que amarra la electricidad no existe.

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